Editorial

Censo 2024 y desafío institucional

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Este sábado se da inicio al Censo, el operativo estadístico más importante que realiza el INE, por su dimensión, desafío logístico, y por su trascendencia, al ser un insumo central, durante al menos diez años, en la toma de decisiones para el desarrollo socioeconómico de Chile.

En esta oportunidad el Censo se realizará durante tres meses, volviéndose a aplicar un Censo completo, con preguntas adicionales a las efectuadas en la versión abreviada de 2017. Sus resultados nos permitirán saber cuántos somos y dónde vivimos, materia que cobra especial relevancia comprender posterior a una pandemia -que probablemente modificó las decisiones de residencia de la población, entre otras cosas-, así como también luego de un fenómeno migratorio evidente (y en curso) cuyos efectos aún no logran ser dimensionados. Pero también el Censo mostrará cómo han evolucionado nuestra composición etaria y otras características, y permitirá elaborar las proyecciones de la población nacional para las próximas décadas.

El éxito del proceso es fundamental, y no debe asociarse a la administración de turno.

Esta información permite conocer las necesidades concretas de la población que reside en cada región y comuna del país. Así, resulta clave para la planificación efectiva y posterior construcción de, por ejemplo, establecimientos educacionales, de salud, viviendas, infraestructura de transporte, ubicación de servicios, entre otros. Además, esta información no es de exclusivo uso del sector público, sino que también es necesaria -y por cierto, ampliamente utilizada– para el sector privado, la sociedad civil y para todos quienes apuntan a contribuir en el bienestar de nuestra población.

El éxito del proceso es fundamental, y no debe asociarse a la administración de turno, puesto que depende de los frutos de una preparación que comenzó hace al menos cinco años y de un trabajo que no se agota al terminar el levantamiento de información, ya que ésta debe ser posteriormente procesada y puesta a disposición en condiciones óptimas a sus múltiples usuarios y necesidades. Por ello, el inicio del Censo nos recuerda la importancia de revisar la autonomía de nuestra principal institución estadística, el INE, tema que el Ejecutivo podría revivir reactivando la discusión del respectivo proyecto de ley sin movimiento desde enero de 2022 en el Congreso.

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